Ellas son la representación de un amor puro y verdadero, de los que merece la pena conservar en la vida, por eso su boda ha sido de lo más especial, llena de FELICIDAD EN LETRAS MAYÚSCULAS: emociones, risas y mucha pero que muchas ganas de disfrutar es lo que hemos podido sentir, no sólo en ellas sino en todo su entorno, que por cierto, no merece menos mención. Estamos plenamente agradecidos y nos sentimos muy pero muy afortunados de haberlo vivido tan de cerca.
¡Os deseamos toda la felicidad del mundo, bellas!